¿Estas tu tomando notas?
Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel. Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años. Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. (Jueces 2:7-12 RVR60)
Cuando leí esto hoy resaltó ante mis ojos la similitud con el tiempo actual.
Una generación que va pasando y falla en sembrar la semilla pura que recibieron a la generación que emerge. Bueno, tal vez esta fue la situación dos generaciones atrás. Aveces parece que no queda ni seña de la religión pura y sin mácula de la que habla Pablo. Desde muy jovencita he estado involucrada en el servicio, en el altar. Pero como Samuel, nadie me enseñó a oír a Dios, nadie me enseño a distinguir su voz. Mas por la gracia de Dios, el quiso llamarme y revelarse a mi siendo aún muy joven. Recuerdo una vez cuando estando postrada en el suelo adorando a Dios unos cuantos nos acusaron de estar copiando formas orientales no a tono con nuestras formas. Mi corazón lloró antes y llora ahora. ¿Quedará acaso uno "de la generación de Josué" que conoce a Dios que pueda enseñarnos a esta generación y a la que está emergiendo?
Si hemos conocido a Dios es nuestro deber enseñar a otros la Persona y las obras de Dios. Es menester que los padres enseñen a sus hijos un evangelio puro, sin mezclas, que aprendan a aniquilar todo lo que no es nacido de Dios así como Dios mandó a Josué y a su generación a no dejar a ninguno de los habitantes de las naciones que conquistaban. Que les enseñen a distinguir entre lo santo y lo profano, entre el fuego de Dios y el fuego extraño. No menciono estas cosas porque yo tenga el conocimiento perfecto de ellas, de lo que es y no es. Pero algo en mi interior me deja ver que hay mucho más en Dios que esta generación no ha conocido aún. Más bien me siento como Josias, cuando al encontrar el libro de la ley rasgaron sus vestidos al darse cuenta cuan apartados estaban del camino trazado por Dios desde el principio.
Más el amor y la misericordia de Dios son muy grandes y superan todas nuestras flaquezas por eso sólo puedo orar. Dios ama a su iglesia, el no quiere que la critiquemos sino que oremos unos por los otros. El mismo la esta limpiando, enseñando, conduciendo. El es fiel, justo y bueno para completar la obra que ha iniciado.
Así que, tomemos notas, de las maravillas de Dios en ti y en mi para que lo contemos a la generación que emerge, para que conozcan a Dios.
Comments
Post a Comment