Cortina de papel.

Una vez alguien pregunto lo siguiente:
¿Cómo se vería afectada nuestra vida de oración si supiéramos que el cielo no es un lugar lejano, como un espacio físico demasiado lejos de nosotros sino que es sólo una dimensión diferente, y que sólo una cortina de papel nos separa, o sea, una fina separación? Entonces tal vez orar no nos pareciera algo absurdo e insignificante (si alguna vez hemos pensado así), si no que entenderíamos que el reino espiritual y eterno está muy cerca. 
Así lo percibió y vio Eliseo, cuando pidió que los ojos de su siervo fueran abiertos para que viera que los que estaban con ellos eran más:
Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo. (2 Reyes 6:16, 17 RVR1960)

Ángeles nos protegen, ángeles asignados pero que no los podemos ver a simple vista. Nuestro Amado Señor, que prometio no dejarnos esta cerca cada momento. Su Espíritu Santo, enviado a consolarnos es una prueba de lo eterno, de lo que está detrás de la cortina. 
Cuándo oramos, el cielo y la tierra se unen. Traspasamos la cortina de papel. Esto de la cortina de papel es sólo para dar a entender la idea de que la "separación" que a veces se siente tan densa es realmente muy fina, como encender la luz al llegar a un cuarto oscuro. 

No tenemos que ver para creer, pues no andamos por vista, sino por fe. La fe puesta en Jesús. El fue que nos encomendó orar sin cesar. Orad sin cesar. (1 Tesalonicenses 5:17 RVR1960)
Y quien nos manda a aguardar la promesa de su venida. Si, le veremos venir en las nubes. Su reino no es de este mundo, la tierra es el estrado de sus pies, 
Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? (Isaías 66:1 RVR1960)

Espero quien lea pueda entender. Esto no es una explicación del mundo espiritual o nada parecido. Es sólo una invitación a orar a un Dios cercano. A tener intimidad con un Dios que habita en un reino eterno, en un lugar Santo, en la altura, pero también con el quebrantado y humilde de espíritu, que cuando el halla un corazón humilde, trae su reino, y hace morada y se acercan el cielo y la tierra y se hacen uno. 

Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. (Isaías 66:1, 2 RVR1960)

Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. (Isaías 57:15 RVR1960)

Amén. 



Comments

Popular posts from this blog

Escalando peldaños en las dimensiones del Espíritu.

Adoración. ¿Qué es?

La oración eficaz en tiempo favorable.