Realidades de mi vida

Muchos años atrás no me gustaban las fotos, ni los espejos, y muchas otras cosas. Las cosa mas simples de la vida natural eran super difíciles para mi. Pero su Gracia me ha traído hasta aquí. Y me sigue llevando. No sé dónde estaría si Dios no hubiera perseguido mi corazón y me hubiera levantado una y otra y otra y otra vez. Su amor incondicional ha ahogado mi culpabilidad y me ha enseñado y sigue enseñando a amar su obra en mi y abrazar su deseo y voluntad. Pero es bueno, pues ese proceso me ha hecho depender mas de él para hacer cosas que para otros son simples. 

Algo tan simple como abrir la puerta y salir de mi casa requería mucha oración y completa dependencia de Dios. Su poder se ha perfeccionado en mi debilidad. Aún estoy en ese proceso pero yo sé que el logrará la victoria completa, pues es el Vencedor. Su amor completará la obra que inició. 😇

Yo sé lo que es vivir en temor, y sé lo que es sentir que eres incapaz de moverte por ti misma a no ser que Dios te infunda fuerzas mas allá de las que tienes. He podido entender cómo el enemigo se hizo camino en mi vida cuando era muy pequeña para sembrar mentiras y enlazar cadenas y cerraduras que trajeron gran parálisis a mi vida y afectaron mi desarrollo emocional. Pero otra vez, ha sido allí donde Dios me ha dado victoria tras victoria, en las cosas mas sencillas de la vida natural, del trato con las personas, y de el ánimo para avanzar hacia adelante en sus propósitos para mi.

Yo conocí la depresión en mi infancia. Y en la oscuridad de esa sombra de autodesprecio, apocamiento y tristeza, a una edad tan tierna como 10 y 11 años yo deseaba morir en lugar de vivir, pues sentia que mi vida no tenía valor alguno ni que yo podía jamás lograr nada en la vida. Eso, por supuesto, era parte de la falsedad que el enemigo sembró en mí pues no es en lo absoluto lo que recibí de mi familia. Pero yo sé que Dios permitió esas cosas para moldearme de una forma particular al sacarme de esas cosas. El vino a deshacer las obras del diablo en mi vida y esa obra me ha ayudado a conocerle y ha moldeado mi forma de ser y de pensar. 

En medio de esta historia de liberación Dios ha sido compasivo y tierno conmigo. Ha visto mi fragilidad y ha conocido mi aflicción aún cuando ni siquiera era capaz de pedirle ayuda. Desde muy pequeña me dio amor por su palabra. En la soledad de mi mundo me refugiaba en su palabra. Y aún es mi refugio, mi luz y mi camino. 

La historia es larga y no termina ahi pero eso es suficiente por ahora. Lo hermoso de todo es el poder del amor de Dios. Ha sido mas fuerte que el terror de la sombra de la muerte. Ahora el me lleva a vivir en el hombre nuevo, mi nueva naturaleza que es en Cristo Jesús donde el temor, la muerte y la contaminación del pecado ya no tienen dominio sobre mí.

¡Gloria sean dadas a Dios por Jesucristo!