¿Dios nos libra de pecar contra el?
Genesis 20
En estos versos...
El señor le responde a Abimelec: yo se que con integridad has hecho esto, y yo también te detuve de pecar contra mi por eso no permití que la tocaras.
No hay juez como Jehová que conoce las intenciones del corazón más que nosotros mismos las nuestras. El sabe cuando necesitamos corrección aún cuando nuestras aciones parecen muy nobles. Y sabe cuando nuestras intenciones son puras aún cuando nuestras acciones parecen malas ante otros.
Una vez me confundí cuando alguien me hizo creer que yo le agradaba, Dios conocía la intención de ambos. Sabe Dios como me confundí y me libro de pecar. Me libro como libró a Abimelec; me libró de creer más en esta persona o de envolverme en una relación que no era el propósito de Dios. Y sólo Jehová sabe la intención de esa persona, la cual luego me dejo saber que sólo buscaba usarme para tener una apariencia de cristiano y agradar a algunos al tener una novia cristiana. Aun más allá de sus palabras, tu conoces la verdadera razón y pensamiento detrás de sus acciones. Más a Dios gracias que me guardó.
Y también a el lo libraste de seguir pecando pues también me usaste para apercibirle y corregirle. Pude orar por el, pude perdonarle aunque poco a poco, pude reconocer tu obra en el y su transformación. Aunque al principio me pasó como a Jonás y me dio un poco de ira el ver que después de hacerme daño tu le perdonaste. Más luego entendí que eres misericordioso y no rechazas al corazón contrito y humillado.
Dios que es un juez justo y conoce las intenciones del corazón, es también un Rey Bueno. El no anda desinteresado de nosotros sino que tiene especial cuidado y nos libra aún de pecar contra el. El conocía la intención de Abimelec. El conoce la nuestra siempre. El sabe cuando nos confundimos y cuando somos seducidos por nuestra concupiscencia, por eso el es paciente con nosotros.
Sí luego de dejarle saber a Abimelec que Sara era esposa de Abraham y no sólo su hermana Abimelec hubiera hecho caso omiso, entonces Dios no creo que lo hubiera librado de pecar otra vez. Aunque definitivamente lo perdonara luego, si humillado se arrepintiese.
Simplemente me asombra que la Palabra dice que Dios le detuviera de pecar.
Cuantas veces Dios ha hecho igual con nosotros.
El nos conoce de memoria.
Comments
Post a Comment