Amigo de Dios
Juan 15:14-15
“Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo
os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su
señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os
las he dado a conocer.”
1. Isaías 41:8 (Abraham mi amigo)
2. Santiago 2:23 (Abraham creyó y fue llamado amigo de Dios)
3. Deuteronomio 4:29 (Si lo buscares de todo tu corazón, lo
hallarás)
4. 1 Sam. 13:14 (Varón conforme a Su corazón)
5. 1 Reyes 11:4 (Corazón perfecto con Jehová)
6. Dt. 34:9-12 (Moisés)
Sabemos de
David que él era conforme al corazón de Dios, y que Abraham fue llamado amigo
de Dios. Para uno sería fenomenal que le dijeran que uno es “amigo de Dios.”
Siempre había pensado que eso era exclusivo para ellos, que solo ellos pudieron
y podrán alcanzar ser llamados así. Pero en Juan 15:14 nos dice que Jesús nos
llama amigos, si hacemos lo que él nos manda.
Si leemos los
versos de los puntos listados más arriba, todos aquellos que fueron llamados
amigos habían:
-
Creído a la palabra de Dios, en otras palabras confiaban cuando Dios decía
algo.
-
Buscaban a Dios con todo su corazón y con toda su alma; este era un
mandamiento, por lo que cumplían la ley de Dios.
-
Guardaban lo que Jehová mandaba.
-
Tenían un corazón perfecto para con Dios.
Deut. 34:10 “Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya
conocido Jehová cara a cara”
Moisés no era un súper héroe, ni era
el hombre más fuerte y valiente de
Israel, al contrario. Él pudo hacer todo lo que hizo porque confió a ciegas en
su Dios y Dios obro y estuvo con él.
Todos estamos en la capacidad de ser
llamados amigos de Dios, si hacemos lo que él nos manda. Dios no hace acepción
de personas (Dt. 10:17), entonces ¿Por qué ellos tuvieron ese lugar especial en
el corazón de Dios? Porque ellos confiaban, obedecían y guardaban el pacto y
Dios se complacía en ellos.
Moisés se destapaba ante Dios y buscaba
Su rostro. Aunque Dios todo lo conoce es muy diferente cuando nos presentamos
and El sin caretas, para ser conocidos, reconociendo quienes somos, cara a cara
con sinceridad. Allí Jehová le conoció cara a cara.
La palabra conocer en este verso es la
misma que aparece en Génesis
4:1 “Y conoció Adán a su mujer Eva y concibió….” Es la palabra
YADA. En ambos contexto se refiere a una intimidad, a un desnudar el alma y el
corazón ante Dios.
-Bienaventurada
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