"Mira que tu testimonio no cese"
Por Frances Roberts*
“Mira que tu testimonio no cese.
Solo mientras tengas plena provisión de mi Espíritu podrá el fuego del
testimonio mantenerse encendido. La lámpara es mi Palabra. Mas mi Palabra sin
mi Espíritu no puede producir testimonio. El fuego es el testimonio y el fuego
nunca proviene de la Palabra sola, sino de la palabra y del aceite del
Espíritu. Mira que no pierdas el aceite. Estén llenos y encendidos.”
“Hay poco tiempo. No sean como los
que viven para los placeres del momento, lo que es del mundo es terrenal. Yo
conozco vuestras necesidades y les proveeré en abundancia, pero es para mí
gloria y honor y la alabanza será para mí. Pisarán con pies livianos, y no
permitirán que vuestros pies caigan en trampas de preocupación innecesaria por
las cosas que les rodean. Estas son mías; pero yo me intereso más por ustedes
que por las cosas. De la misma manera quiero que se ocupen de mí, no de mis
dones. Yo cuidaré de ellos y de ustedes. Estén atentos a mi voz. No dejen que
vuestros oídos pierdan la agudeza. Sean devotos a mí con todo su corazón y
pongan todo lo que les rodea a mi cargo. Porque no tengo muchos con quienes
hablar como hablo con ustedes. Serán mis voceros en los lugares en donde no hay
otra voz que oír. Magnificarán mi nombre en rincones oscuros. Me alabarán en
los lugares donde otros exaltan al hombre. Mostrarán mi amor y realidad a los
que no han conocido mi compañía como ustedes.”
“Necesito que sean una luz que
ilumine en los lugares oscuros. No los he llamado por capricho. Irán con pies
alados. No permitirán que vuestros pies queden atrapados en el pantano de las
ocupaciones y las riquezas terrenales. Cumplirán sus deberes y con sabiduría
llevarán adelante cada responsabilidad; y vuestros corazón reposará en mi
mano.”
*Roberts,
J. Frances. Ven Conmigo Amada Mía.
Ohio: Barbour, 1970. Print
-Bienaventurada
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